Después de ir perdiendo 3-1, el Monterrey sacó el carácter y se levantó de lo que parecía una derrota cantada, mostrando así su coraje y fortaleza de equipo que merece ser campeón.
Lo que Monterrey hizo ayer, se llama tener entrañas, sacar el amor propio y el más entregado profesionalismo de sus jugadores, que tuvieron que remar contra corriente la mayor parte del partido para al final llevarse una más que merecida victoria a base de luchar y pelear en toda la cancha.
Y el Cruz Azul como casi siempre en los últimos tiempos, en los momentos importantes parace que no tiene sangre en las venas, aunque muchos comentaristas ya digan lo contrario y que con Torrado eso ya no pasa, yo no lo creo así, porque Torrado siempre muestra el carácter, pero al equipo en su conjunto le sigue faltando esa entrega total que un equipo que quiere ser campeón debe tener. A pesar de que no tengo nada contra el Cruz Azul e incluso es un equipo al que le llegué a tener cierto cariño por su forma de jugar hace unos años, en mi opinión no merece ser campeón, no todavía, porque el lastre que sigue arrastrando de no poder ganarle al América en tantos años lo desmerecería totalmente como campeón. Debe primero quitarse esa malaria y después entonces sí conquitar el título, hasta ese momente volverá a ser el gran Cruz Azul, el equipo grande, el gigante que su afición se merece y quiere ver.
Todo mi respeto para el Monterrey y su técnico, porque esos son riñones, esos son hue...s. Y ahora sólo les falta redondear la actuación de ayer con la del próximo domingo y coronarse, dejando en el camino al América, al superlíder Toluca y al Cruz Azul en la final. Ojalá así sea.
Si quieres recibir artículos como este, Suscribete por email dando click aquí, es gratis.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario